La edad y la existencia de familiares directos con cáncer de próstata, entre otros factores, aumentan el riesgo de contraer la enfermedad.

La edad es el principal factor de riesgo identificado e implica que cuanto mayor es el hombre, más probabilidades tiene de sufrir cáncer de próstata.

Familiares directos con diagnóstico de tumor maligno. En estos casos, los descendientes hombres tienen que hacerse el chequeo prostático a partir de los 40.

Factores ocupacionales, como la exposición al cadmio y a radiaciones, también se han asociado a esta enfermedad.

Fertilizantes usados en el ámbito rural, tabaco, sobrepeso, bajo consumo de frutas y alto consumo de calcio, grasas y carne, aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad.

En la actualidad, sustancias presentes en la dieta como los licopenos se recomiendan para prevenir el cáncer prostático, por su gran poder antioxidante y anticancerígeno.

“El tomate es el alimento con mayor contenido de licopeno”, asegura Maglione.

Agrega, además, que “también una copa de vino tinto al día es hoy aconsejada como factor de bienestar en general y en el cáncer de próstata en particular”.