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Testículos

El término varicocele se refiere a la dilatación de las venas del cordón espermático que drenan los testículos, las cuales se vuelven tortuosas y alargadas.

El varicocele se da en un 15% a 20% de los hombres y en un 40% de los hombres infértiles. Se diagnostica entre los 15 y 25 años de edad, y es raro encontrarlo después de los 40 años.

¿Cuáles son los síntomas del varicocele?

En la mayoría de los casos el varicocele no presenta síntomas evidentes. Un niño puede crecer sin percatarse él mismo ni sus padres de un varicocele. Recién cuando se hacen un examen físico de rigor muchos adolescentes y adultos jóvenes descubren el problema.

Los síntomas tienden a ocurrir al final de un día inusualmente caluroso, al final del coito, o después de un tiempo prolongado de estar en posición vertical. Pueden incluir:

  • Dolor o sensación de arrastre en el escroto.
  • Puntadas, sensación de cosquilleo.
  • Sensación de pesadez en el testículo.
  • Atrofia o contracción testicular.
  • Presencia de una vena dilatada que se detecta directamente o con la palpación.

El varicocele puede llegar a una fase en la que aumenta de volumen el escroto o el testículo, lo que causa dolor o incomodidad al punto de limitar diversos movimientos de la cadera. A la intensidad del dolor, que suele ser intermitente, se acompaña una irradiación principalmente al interior del muslo.

El dolor por varicocele responde bien a los analgésicos habituales.

¿Cómo se trata el varicocele?

Los varicoceles se pueden tratar:

  • Con un soporte escrotal (por ejemplo, suspensorios o calzoncillos especiales), junto con un fármaco vasoconstrictor.

Si el dolor continúa o si aparece infertilidad o atrofia testicular, puede ser necesaria una ligadura quirúrgica. Se trata de una intervención muy sencilla realizada en poco más de media hora y con anestesia epidural. Al tratarse de una intervención ambulatoria, el paciente puede irse a casa en un par de horas o cuando desaparezcan los efectos de la anestesia. Durante las 24 horas posteriores a la cirugía se mantienen bolsas de hielo para reducir la inflamación.

El cáncer de testículo es una enfermedad en la que las células se hacen malignas (cancerosas) en uno o en ambos testículos.

Esta enfermedad se da con más frecuencia en hombres entre los 20 y 39 años de edad y es la forma más común de cáncer en varones entre los 15 y 34 años de edad.

¿Cuáles son los factores de riesgo de cáncer de testículo?

  • Testículo sin descender (criptorquidia): Normalmente, los testículos descienden del vientre hasta el escroto antes del nacimiento. Los hombres con un testículo que no bajó al escroto tienen un mayor riesgo de padecer cáncer en esa zona.
  • Anormalidades congénitas: Los hombres que nacen con anomalías en los testículos, pene o riñones, así como los que tienen hernias inguinales pueden tener un riesgo mayor.
  • Cáncer de testículo previo: Los hombres que han tenido con anterioridad cáncer de testículo tienen un riesgo mayor de padecer cáncer en el otro testículo.
  • Antecedentes familiares de cáncer de testículo:El riesgo de cáncer de testículo es mayor en los hombres que tienen su hermano o su padre con la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de testículo?

A la mayoría de los cánceres de testículo los encuentran los hombres mismos. También los médicos, por lo general, examinan los testículos durante los exámenes físicos de rutina. Los hombres deberán consultar al médico si notan cualquiera de los siguientes síntomas:

  • Un bulto que no duele o inflamación en cualquiera de los testículos.
  • Dolor o molestia en un testículo o en el escroto.
  • Cualquier engrandecimiento de un testículo o cambio en la forma en que se siente.
  • Una sensación de pesadez en el escroto.
  • Un dolor sordo en el abdomen inferior, espalda o ingle.
  • Una acumulación repentina de fluido en el escroto.

Estos síntomas pueden tener su origen en cáncer u otras afecciones. Es importante consultar con un médico para determinar la causa de cualquiera de estos síntomas.

¿Cómo se hace un autoexamen de testículos de forma rápida y práctica?

El examen de los testículos debe efectuarse una vez al mes, particularmente en los hombres jóvenes, ya que existe una incidencia mayor de cáncer de testículos que en los adultos. El mejor momento para examinar los testículos es después de un baño o una ducha caliente, ya que la piel del escroto está más relajada. Primero debe examinarse un testículo y luego el otro. Para ello, se debe comprimir ligeramente el testículo enrollándolo entre los dedos pulgar e índice, moviendo la piel con suavidad y palpando toda la superficie en busca de cambios de textura o tamaño. El conducto de salida del testículo se nota más duro al tocarlo, pero no debe confundirse con un tumor. Si se nota un bulto, llaga o algún cambio en un testículo, no quiere decir que tenga cáncer, pero conviene acudir al urólogo cuanto antes.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de testículo?

El médico realiza un examen físico y puede indicar pruebas de laboratorio y de diagnóstico, tales como:

  • Análisis de sangre que miden los niveles de los marcadores de tumores.
  • Ecografía del escroto puede mostrar la presencia y el tamaño de una masa en el testículo. También es útil para descartar la presencia de otros problemas, como la inflamación por una infección o una acumulación de fluido no relacionada con cáncer.
  • La biopsia es el examen microscópico del tejido testicular hecho por un patólogo para determinar si hay cáncer.

Si se encuentra cáncer, será necesario realizar más exámenes para saber si el cáncer se ha diseminado desde el testículo a otras partes del cuerpo. La determinación del estadio (etapa o extensión) de la enfermedad ayuda al médico a planear el tratamiento adecuado.

¿Cuál es el tratamiento para el cáncer de testículo?

Aunque la incidencia de cáncer de testículo se ha elevado en años recientes, más del 95 por ciento de los casos pueden curarse. El tratamiento tiene más posibilidades de éxito cuando el cáncer de testículo se detecta al principio. Además, el tratamiento puede ser menos agresivo y puede causar menos efectos secundarios.

Los tres tipos de tratamiento estándar son:

  • La cirugía para extraer el testículo por medio de una incisión en la ingle (orquiectomía inguinal radical). Es posible que los hombres se preocupen por su capacidad para tener relaciones sexuales o para tener hijos si es que pierden un testículo. Sin embargo, los hombres que tienen un testículo sano todavía pueden tener erecciones normales y producir espermatozoides. Por lo tanto, la operación para extraer un testículo no hace al hombre impotente, y rara vez interfiere con su fertilidad. Los hombres también pueden tener un testículo artificial, llamado prótesis, que se coloca en el escroto cuando se realiza la orquiectomía o después.

Es posible que se extraigan también algunos de los ganglios linfáticos que están situados en la parte profunda del abdomen Este tipo de cirugía generalmente no cambia la capacidad del hombre de tener erecciones u orgasmos, pero puede causar problemas de esterilidad si interfiere con la eyaculación. Los pacientes deben consultar en Urolit acerca de la posibilidad de extraer los ganglios linfáticos usando una técnica especial de cirugía que conserva los nervios, la cual puede preservar la capacidad de eyacular normalmente.

  • La radioterapia usa rayos de alta energía para destruir células cancerosas y para reducir el tamaño de los tumores.

La quimioterapia es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas. Cuando se administra a pacientes con cáncer de testículo, generalmente se da como terapia adyuvante (después de cirugía) para destruir células cancerosas que pueden haber quedado en el cuerpo. La quimioterapia puede también ser el tratamiento inicial si el cáncer está en un estadio avanzado; es decir, si se ha diseminado fuera del testículo al tiempo del diagnóstico.

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